sábado, 23 de octubre de 2010

La causa de las mujeres

Participación política municipal.



Después de medio siglo, la mujer huave logra el derecho a participar en las elecciones municipales

Roselia Chaca
CORRESPONSAL

I

SAN MATEO DEL MAR, OAX.- No titubeó ni un sólo segundo. Tampoco se acobardó ante las lapidarias miradas de cientos de varones que la rodeaban en la asamblea del pueblo. Su sangre zapoteca le dio valor a no agachar la cabeza. Su otra mitad, huave, elevó su orgullo y se puso al tú por tú con sus iguales, los hombres.

Reina Mendoza, frente a casi todo San Mateo del Mar, con micrófono en mano, reclamó a las autoridades no contabilizar los votos de las mujeres que en la asamblea pasada decidieron por un candidato distinto al que supuestamente se impuso.

Mientras un sol pasivo y un viento travieso acariciaban el rostro de las mujeres concentradas en la explanada principal, Reina se atrevió a alzar la voz en un pueblo donde ellas, por costumbre, no tenían ni voz ni voto.

DESPUÉS DE MEDIO SIGLO

57 años pasaron para que las mujeres de San Mateo del Mar participaran en una asamblea para elegir a sus autoridades municipales por el Sistema de Usos y Costumbres. El mismo lapso que la Constitución le dio el derecho de voto a la mujer mexicana, menos a ellas.
Reina Mendoza esperó 34 años para tomar el micrófono y hablar frente al pueblo, un pueblo dominado por hombres. Ella representó la voz de alrededor cien mujeres indígenas concentradas ese medio día de domingo (17 de octubre) bajo el palacio y explanada municipal de esta comunidad, rodeada por las aguas de la Laguna Superior y el Golfo de Tehuantepec.

Ese logro no es producto de la casualidad ni de un santo milagro, sino de más de 15 años de trabajo intenso y sacrificado de algunas mujeres valerosas en una sociedad completamente machista. Un logro que ellas catalogan humildemente como "pequeño" e "incompleto": pueden participar, pero no ser elegidas.

Para Roselia Gutiérrez, representante de la Red de Derechos Sexuales y Reproductivos (Desser) en toda la zona, el derecho a participar en las asambleas fue difícil y muy obstaculizado por las mismas autoridades. "El machismo siempre fue nuestro gran problema, lo peor es que seguirá siendo lo que impida un rápido avance. Las autoridades dicen sí en los discursos, pero en los hechos son machistas. Al final nos dejan fuera".

El primer intento de participar se dio hace más de seis años, cuando un grupo de ikoots que no rebasaban ni la decena, encabezadas por Roselia Gutiérrez, exigieron sus derechos. En esa ocasión, la "terquedad" de Roselia le consiguió un puesto en el municipio, pero no duró mucho tiempo en él; "me sacaron porque no les pareció que una mujer los mandara. Creo que fue lo mejor, después de eso, el trabajo de concientización creció en el pueblo".

Hace tres años lo volvieron a intentar. Les dijeron "ahora sí", pero no pasó nada. Las autoridades las engañaron otra vez, a pesar de que el número de mujeres había aumentado a más de un centenar. Este año decidieron no bajar la guardia; ahora se unieron las comerciantes del mercado público. La fuerza las motivó a exigir con más ahínco lo que por derecho constitucional merecen.

II

Reina Mendoza, un nombre tan fuerte como el carácter de quien la porta. "Atrabancada", así se cataloga esta mujer. Su madre ratifica el calificativo y asegura que mucha culpa tiene la parte zapoteca que corre por sus venas, pues su padre es un juchiteco de la Quinta Sección. Su espíritu recio, los golpes de la vida, las injusticias y una visión distinta de ser mujer en una zona indígena marginada del Istmo de Tehuantepec, hacen de Reina Mendoza una transgresora.

Comerciante y fondera en el mercado público del pueblo. Con 51 años de edad, aunque aparenta más por las condiciones de vida. Siete hijos, cinco vivos y dos muertos. Sólo tiene la primaria, las costumbres no le permitieron más, aunque lo deseó. Siempre se sintió distinta, con derechos, nunca inferior al hombre, aunque en la comunidad dijeran lo contrario.

LOS NÚMEROS

La limitante en no permitir a las mujeres ejercer el voto por el Sistema de Usos y Costumbres en las comunidades indígenas, es la primera violación a los derechos más elementales de las mujeres, opinó Estela María Fraginals Aguilar, directora del Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO).
En los 418 municipios que se rigen por este sistema en Oaxaca, se violentan los derechos humanos y acuerdos internacionales de las mujeres; por eso es necesario, dijo, llegar a las mujeres de esas comunidades y trabajar con ellas para que puedan insertarse, por lo menos, en las estructuras de regidurías.
Pero no sólo en el Sistema de Usos y Costumbres se deben de cambiar esquemas, también en el Sistema de Partidos Políticos, porque hasta el día de hoy, son pocas a las que se les permite insertarse en la toma de decisiones. Tan sólo para las próximas administraciones existirán 11 presidentas municipales y 7 diputadas, cuando más del 50 % de los que votaron, fueron las mujeres.

En el Istmo de Tehuantepec, de los 41 municipios, nueve se rigen por el Sistema de Usos y Costumbres para elegir a sus autoridades municipales; Guevea de Humboldt, Santa María Guienagati y Santiago Lachiguiri, San Miguel Tenango, Santa María Totolapilla, Santiago Astata, San Mateo del Mar, San Miguel y Santa María Chimalapa.

De estos nueve, menos de la mitad se rehúsan a dar el paso a la participación de la mujer en las elecciones. En algunos lugares, como San Mateo del Mar, las mujeres se han organizado desde hace varios años y han exigido ser tomadas en cuenta.

"Llevamos muchos años peleando. Ahora no sólo queremos votar, sino estar en la administración. Ver qué es lo que hacen con el dinero del pueblo. Saber cómo funciona el municipio. Falta mucho, lo sabemos, pero nadie nos detendrá ahora", comentó Roselia Gutiérrez, a modo de reto.

III

"Valor, mucho valor", me dijo Reina que debía tener una mujer para hablar frente al pueblo en una asamblea. La pregunta es cómo llegó a tener valor esta mujer para exigir sus derechos más elementales. Ella asegura que los golpes de la vida le enseñaron, además de los talleres de sensibilización y capacitación que empezó a tomar desde hace varios años.
Reina recuerda que la primera vez que se sintió desprotegida por ser mujer, fue cuando un grupo de judiciales allanaron su hogar en medio de la noche y a punta de pistola se llevaron a su marido, acusado por el supuesto robo de un santo de madera.

"Sentí un gran coraje. Mi alma se llenó de odio por lo que me hacían. Pero sobre todo porque no me podía defender. No sabía a quién acudir. Entonces me di cuenta que mi voz no valía por ser mujer. A partir de allí decidí cambiar. Me uní al grupo de Desser. Empecé a ir a talleres. Aprendí que valgo como todos los demás. Que tengo derechos y me los tienen que respetar."

Reina Mendoza tiene la esperanza que dentro de diez años, las mujeres huaves tendrán más participación, que no será la única en hablar frente a la asamblea. Hasta se atreve a vaticinar que se lanzarán como regidoras. Aunque también reconoció que el camino es largo y difícil. Por lo pronto celebra desde San Mateo del Mar, lo que ella llama el "Bicentenario de la mujer ikoots".

EJEMPLO A SEGUIR

La participación de la mujer en las asambleas de San Mateo del Mar fue celebrada y catalogada como histórico por varias agrupaciones en la región del Istmo, como el Grupo de Mujeres 8 de marzo.

Rogelia Gonzáles Luis, representante de la AC., señaló que la lucha de las mujeres de San Mateo del Mar es un ejemplo a seguir para otros municipios donde no se le permite a la mujer votar, mucho menos tomar decisiones en otras áreas que no se circunscriban en el hogar.

Para la defensora de los derechos humanos de las mujeres istmeñas, es inconcebible que en pleno siglo XXI, las mujeres indígenas en Oaxaca sigan siendo marginadas, sin acceso al voto, sin derecho a decidir sobre sus cuerpos y muriendo por enfermedades curables, como el cáncer. Gonzales Luis calificó de "arcaico" el impedir la participación de la mujer en el Sistema de Usos y Costumbres.

SAN MATEO DEL MAR:
  • Se llamó del Mar porque se ubica sobre una península entre la Laguna Superior y el Golfo de Tehuantepec
  • San Mateo del Mar se fundó en el año de 1606
  • La superficie total del municipio es de 75.2 km2
  • De acuerdo a los resultados que presentó el II Conteo de Población y Vivienda en el 2005, el municipio cuenta con un total de 12,667 habitantes




Tomado de: Diario Noticas voz e imagen de oaxaca. 

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